viernes, septiembre 15, 2006

Nuevos Ricos

Todavía recuerdo la época en que España no era un país racista.

Acababan los setenta y en televisión se emitían series como Holocausto o Raices o incluso Kung Fu. Y la gente decía qué barbaridad, como se portaban los alemanes con los judíos y los americanos con los negros. Aquí no pasa eso. España no es un país racista.

¿Los gitanos? Todos unos vagos y unos ladrones. Sólo valen algo los que saben cantar y bailar, el resto ni sabe ni quiere trabajar. Es que los gitanos son así, no es que seamos racistas. ¿Ves por aquí a alguien discriminando a negros o judíos o chinos? No, ¿verdad?

Y ésto será mas dificil de creer todavía, pero en aquella época la gente emigraba de España al extranjero para trabajar. A Alemania, a Argentina, a Venezuela... La Unión Europea (Comunidad Económica Europea) todavía no nos había admitido, pero era por la tradicional envidia que nos tenían nuestros ancestrales enemigos franceses y británicos, todavía escocidos por nuestro pasado imperial. Pero no los necesitábamos, no cuando teníamos la hermandad de 300 millones de hispanohablantes que nos consideraban la Madre Patria (la próxima vez que veais la cabecera del programa "300 Millones" ya sabeis de dónde viene el título).

Pero pasaron los años, la economía del país fue a mejor y, tras pagar el peaje de la OTAN, España entró en la Unión Europea (todavía CEE) y, mágicamente, nos transformamos en europeos de-toda-la-vida, herederos de una rica historia y cultura comunes.

Y dejamos de tener que irnos a trabajar al extranjero porque nos moríamos de hambre.

Y empezamos a recibir la visita de extranjeros muertos de hambre en busca de trabajo.

Entre ellos sudaméricanos, que ya no eran hermanos ni parte de la gran familia de los 300 millones sino simples sudacas. Y magrebíes. Y europeos del este. Y chinos. Y negros.

Y los moros son nuestros ancestrales enemigos, siempre lo han sido (nunca hemos estado en guerra con Francia o el Reino Unido, tampoco en 1984) porque además no son cristianos. Los sudacas sí lo son (y pueden "agradecérnoslo") pero son de raza india. Y los europeos del este son blancos, pero "demasiado" blancos (aunque polacas que vengan todas las que quieran, jo-jo-jo slurps).

Y este país de paletos pobres se ha convertido en un país de paletos nuevos ricos. Contento de estñar a la cola del primer mundo. Que escupe en la cara de los sudamericanos a los que hace apenas veinte años suplicaba trabajo. Y además hemos logrado importar inmigrantes chinos y negros y ya, por fin, tantos años después, podemos decir muy alto y muy claro que si.

Somos racistas.

Exactamente igual que los americanos de Raices y Kung Fu.

Esa es mi España, siempre avanzando...

(y espérate que como Israel se venga abajo algún día y vuelvan acá los descendientes de sefardíes esto puede ir a mejor todavía)